La Subaru Outback 2024 suele estar disponible con una transmisión automática de tipo CVT (Transmisión Variable Continua). La transmisión CVT es conocida por su capacidad para ajustar continuamente la relación de transmisión de forma suave y eficiente, lo que resulta en una aceleración lineal y un rendimiento de combustible optimizado.
En cuanto a si este tipo de cajas gusta a los conductores, la percepción puede variar. Algunos conductores aprecian la suavidad y la eficiencia de las transmisiones CVT, así como la falta de cambios bruscos y la capacidad de mantener el motor en su rango óptimo de revoluciones para una mejor eficiencia de combustible. Sin embargo, otros conductores pueden preferir transmisiones automáticas tradicionales o manuales debido a su sensación de cambio de marchas más convencional.
En general, las transmisiones CVT han ganado popularidad en los últimos años debido a su eficiencia y suavidad de manejo. Sin embargo, la preferencia por este tipo de caja puede depender del estilo de conducción y las preferencias individuales de cada persona.
Cómo funciona una CVT
Si ha estado comprando un automóvil nuevo recientemente, sin duda habrá descubierto que una gran cantidad de vehículos de último modelo están equipados con una transmisión automática continuamente variable (CVT). Es un tipo de transmisión automática que los fabricantes prefieren cada vez más como forma de mejorar el ahorro de combustible.
Las CVT alguna vez fueron ridiculizadas como la transmisión de «banda elástica» sin cambios que hacía que los automóviles pareciera que estaban acelerando para siempre. Pero las CVT ya no son un mero experimento de los fabricantes de automóviles que buscan nuevas formas de mejorar la eficiencia. Se están volviendo tan comunes que es difícil encontrar un fabricante convencional que no los ofrezca al menos en algunos modelos. Audi, Chevrolet, Ford, Honda, Jeep, Nissan, Subaru y Toyota ofrecen CVT como transmisión estándar en al menos un modelo. Y algunos fabricantes de automóviles lo vienen haciendo desde hace muchos años.
Durante décadas, se consideraba que tres o cuatro marchas eran suficientes para la transmisión de un automóvil. De hecho, muchas de las primeras automáticas tenían sólo dos velocidades. Pero ahora son habituales ocho, nueve e incluso diez velocidades. Entonces, ¿qué pasa con la tendencia hacia más y más engranajes?
En términos generales, cuantas más marchas haya en una transmisión, mejor podrá optimizar la velocidad del motor en una variedad de condiciones de conducción. Eso significa que las marchas bajas pueden proporcionar una mejor aceleración, mientras que las marchas más altas pueden maximizar la economía de combustible. Como resultado, los fabricantes pueden cumplir con los estándares de eficiencia gubernamentales y brindar una mejor economía de combustible a los propietarios, incluso con los motores existentes.
¿Cuál es la diferencia entre una CVT y una automática?
Las CVT se diferencian de las transmisiones automáticas tradicionales en que no tienen engranajes que proporcionen «pasos» entre la operación de baja y alta velocidad. En cambio, la mayoría de ellos funcionan a través de un par de poleas en forma de cono de diámetro variable conectadas por una correa de acero o material compuesto.
Aunque existen varias variaciones sobre el tema CVT, en la mayoría de los automóviles de pasajeros las mitades de cada polea están alineadas con los extremos puntiagudos de los conos tocándose. Estos forman una ranura en forma de V por la que pasa la correa de conexión. Un lado de la polea es fijo y el otro lado es móvil, accionado por un cilindro hidráulico. El cilindro puede aumentar o disminuir la cantidad de espacio entre los dos lados de la polea. Esto permite que la correa se desplace hacia abajo o hacia arriba a lo largo de las paredes de la polea, dependiendo de las condiciones de conducción, cambiando así la relación de «engranaje».
La naturaleza continua de su diseño es la mayor ventaja de la CVT para los ingenieros automotrices. Gracias a esto, una CVT puede funcionar para mantener el motor en su rango de potencia óptimo, aumentando la eficiencia y el consumo de combustible al ofrecer una cantidad infinita de transiciones suaves de bajo a alto. Y es esta variabilidad infinita la que, según la EPA, puede aumentar la economía de combustible de un automóvil de pasajeros en aproximadamente un 6%.
La conexión da Vinci
Sorprendentemente, la CVT, de hecho, no es una idea muy nueva en absoluto. Ya en el siglo XVI, Leonardo da Vinci esbozó un dibujo que parece describir la tecnología. Una de las primeras versiones de la CVT fue un componente del primer automóvil, patentado por Karl Benz en 1886. Aunque estas transmisiones dejaron de ser populares en los automóviles bastante pronto, se han utilizado ampliamente durante más de un siglo en aplicaciones industriales (taladradora y tornos, por ejemplo) y más recientemente en motos acuáticas y motos de nieve.
La CVT regresó al automóvil moderno cuando los fabricantes comenzaron a buscar formas de aumentar la eficiencia del combustible. En el año modelo 1989, Subaru introdujo la primera CVT automotriz moderna en los EE. UU. en el subcompacto Justy. Otros fabricantes de automóviles comenzaron a desarrollar sus propias CVT a lo largo de la década de 1990.
Desde entonces, la introducción de materiales mejorados, como correas de alta resistencia, sistemas hidráulicos avanzados y sensores y microprocesadores de alta velocidad, ha sido responsable del crecimiento de la CVT en el ámbito automotriz. Nuevos materiales y otras innovaciones han hecho posible diseñar CVT pequeñas y relativamente económicas que ofrecen de manera confiable valiosas mejoras en la eficiencia del combustible.
¿Es buena una transmisión CVT?
El valor de la CVT reside no sólo en su eficiencia sino también en su simplicidad. Tiene muy pocos componentes en comparación con una transmisión automática tradicional, que puede contener una asombrosa variedad de cientos de piezas móviles. Los componentes típicos de una CVT incluyen una correa de alta resistencia, una polea motriz operada hidráulicamente, una polea mecánica sensora de torque y una serie de microprocesadores y sensores.
Debido a esta simplicidad de diseño, las CVT ofrecen una serie de ventajas sobre las transmisiones automáticas tradicionales. Además de una mejor economía de combustible y menores costos de fabricación, ofrecen una aceleración constante, un funcionamiento suave y la capacidad de adaptarse a las diferentes condiciones de la carretera y a las demandas de potencia para proporcionar una conducción más suave en general.
¿Es una CVT mejor que una transmisión automática?
Sin embargo, también existen inconvenientes. Lo más significativo es que a veces hay una desconexión inquietante entre la presión que se aplica al acelerador y las rpm del motor. Esa es la llamada sensación de banda elástica que se produce cuando la CVT permite que el motor funcione en su banda de potencia más eficiente, incluso cuando esa banda está más alta o más baja de lo que podría indicar la posición del pedal del acelerador. Además, las CVT accionadas por correa suelen proporcionar menos par que una automática tradicional (aunque esto mejora cada vez) y la transmisión de potencia por fricción puede provocar un mayor desgaste de las correas y otros componentes.
Aún así, en las aplicaciones correctas y en la mayoría de las circunstancias, las ventajas de una CVT superan sus desventajas, por lo que es fácil entender por qué los fabricantes de vehículos de alta eficiencia a menudo incorporan tecnología CVT en sus transmisiones. Puede esperar ver más CVT en los próximos años a medida que los avances tecnológicos amplíen aún más su funcionalidad y se acelere la batalla por una mejor economía de combustible.
¿Qué coches tienen CVT?
Muchos fabricantes ofrecen modelos que vienen con CVT. Buick, Chevrolet, Honda, Hyundai, Infiniti, Kia, Lexus, Mitsubishi, Nissan, Subaru y Toyota son fabricantes que fabrican o han fabricado automóviles con CVT. Algunos de los modelos más populares con CVT incluyen el Honda Civic y Accord, el Kia Forte y Soul, el Nissan Altima, el Subaru Crosstrek y Forester, y el Toyota Corolla y Sienna.
Fuente: Edmunds.com
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